Vengo de una tierra en donde se encuentra el océano Pacífico, que de Pacífico no tiene nada, es el océano más violento del mundo, y eso me gusta, ya que me recargo de energías al mirarlo y al nadar junto a sus olas…. Mi país es un país ‘joven’, aunque estas tierras han sido pobladas desde hace miles de años… Sentir la energía de algo longevo sólo he podido vivirla al abrazar a un Nothofagus dombeyi o en las Araucarias araucanas, ambos árboles de más de 500 años de vida… Mis días en Casa Iriarte… Leer más
Estuvimos en un ambiente muy relajado; eso es por vuestra culpa. Once mujeres llenas de ideas, pero todas con los pies en el suelo – no entiendo como no gobernamos el mundo. Y que hay que perseguir los sueños. Lo que no me gustó fue que a esas horas no se terminase con una buena comida.
Mariví Jimeno. Artajona. Navarra
Me encantó comprobar que muchas personas (mujeres en este caso) aman su trabajo como yo y tienen proyectos creativos que desean compartir con otras personas. Me llenó de ilusion, esperanza y entusiasmo.
Beatriz Jimeno. Artajona. Navarra
¿Cómo definir Casa Iriarte? Me imagino en la cuna del amor como cuando era niño; veo la historia atravesando los muros con la sabiduría de los abuelos, siento también, el origen del amor que se respira. Ese amor que Marisa a manos llenas y desinteresadamente riega por el jardín de sus sueños. Ese amor que arde en el frío y acoge en la soledad; ese amor que solo proviene de quien ha vivido dentro de los muros de una casa que no se derrumba.
¿Cómo definir cuando estás en casa? Me imagino en la… Leer más
Me pide mi buena amiga Marisa que describa mi experiencia en Casa Iriarte. Es todo un reto que acepto gustosamente aunque inmediatamente me doy cuenta de que me enfrento a un problema no menor. Como maestro en el uso de las palabras y el lenguaje, me temo que pueda quedarme corto. Así que, en busca de apoyo y consuelo, recurro al Diccionario de la Real Academia Española. En concreto a la quinta acepción de la palabra «Virtud» en la que se afirma literalmente: «Integridad de ánimo y bondad… Leer más
J’ai été invité par Marisa et Javier, à passer plusieurs jours dans leur maison à Artajona et ce fut une merveilleuse expérience. Chaque pierre de cette très ancienne maison pourrait nous raconter une histoire et l’endroit est empreint de calme et de sérénité. C’est un endroit idéal pour venir faire une parenthèse, relaxer, méditer, travailler, discuter et échanger. Tout semble possible et rien n’est obligatoire, libre à chacun de participer à la vie de la maison autour d… Leer más
Volvíamos de unas pequeñas vacaciones en Cantabria y aprovechamos para hacer un alto en Artajona. Marisa y Javier nos habían hablado mucho de su Casa Iriarte y ésta era la ocasión de visitarles. ¡Qué sensación! Al cruzar la vieja puerta, te invade una agradable calma. Aquel día, el tiempo se paró en Artajona: el paseo por el recinto amurallado, la reconfortante cena en la cocina, el suave aroma de la infusión en el diálogo tranquilo del anochecer y el plácido descanso en la habitaci… Leer más
Vengo dándome cuenta desde hace un tiempo que ante la velocidad, agresividad y competitividad de la sociedad que me rodea, cogí un carro equivocado, el de los ansiolíticos. Así que un día aciago de esta primavera se me ocurrió relajar mi mente y trasladarla al rincón de una terraza en un chalet construido en un antiguo volcán a 100 metros de una preciosa bahía del mediterráneo. La relajación fue tal, que me vi pacificada conmigo y con el mundo.
Este verano tuve la oportunidad de pasar unos dí… Leer más
Casa Iriarte, Casa Iriarte… ¡cuánto oigo hablar de ti! Hace poco tiempo, me olí que Marisa estaba barruntando algo invitando a varios amigos a participar en una aventura literaria y, debido a mi mal carácter, me puse celosilla. ¡Marisa no había contado conmigo! Así que ni corta ni perezosa, y debido sin duda a mi buen carácter, me colé en el grupo como pude… ¡Yo! Una osadía, ya que, como mucho, he escrito algunos artículos en revistas científicas muy específicas, plomizos para los no int… Leer más
El umbral de una casona es el paso ideal para iniciar un viaje en el tiempo, no es un secreto. Pero a su vez bajo el dintel se te otorga, si lo sabes percibir, el poder de detenerlo.
El portón de Casa Iriarte te traslada a una época en la que los olivos eran amos y señores y los hombres obtenían el oro de su preciado fruto. Un tiempo en el que las gruesas paredes y los abovedados techos guardaban la vida del paso de los días, donde los libros comenzaban a envejecer para hacerse más valio… Leer más
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